Este 15 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Rurales, que según estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas, representan a un tercio de la población y el 43 % de la mano de obra agrícola en todo el mundo.
En este contexto, la CDHEA coincide con el argumento de la ONU Mujeres, que las campesinas sufren de manera desproporcionada los múltiples aspectos de la pobreza y pese a ser tan productivas como sus homólogos masculinos, no disponen del mismo acceso a la tierra, créditos, materiales agrícolas, mercados o cadenas de productos cultivados de alto valor. Tampoco disfrutan de un acceso equitativo a servicios públicos, como la educación y la asistencia sanitaria, ni a infraestructuras, como el agua y saneamiento.
Las barreras estructurales y las normas sociales discriminatorias continúan limitando el poder de las mujeres rurales en la participación política dentro de sus comunidades y hogares. Su labor es invisible y no remunerada, a pesar de que las tareas aumentan y se endurecen debido a la migración de los hombres. Mundialmente, con pocas excepciones, todos los indicadores de género y desarrollo muestran que las campesinas se encuentran en peores condiciones que los hombres del campo y que las mujeres urbanas.
En México, según el Censo de Población y Vivienda de 2010, en el país había 196,350 localidades rurales menores de 2,500 habitantes, sumaba 26 millones, representando 23.2 % de la población total del país; alrededor de 13.4 millones son mujeres y 12.9 millones son hombres. De acuerdo al índice de femineidad, hay 104 mujeres rurales por cada 100 hombres rurales. La edad media de las mujeres rurales es de 23 años y 22 para los hombres, mientras que la correspondiente a las mujeres de grandes ciudades de 100 mil y más habitantes es 29 y 27 años, respectivamente.
Las mujeres rurales generalmente dependen de los recursos naturales y de la agricultura para subsistir y producen, procesan y preparan gran parte de los alimentos disponibles, por lo que recae sobre ellas, una tarea importante en la responsabilidad de la seguridad alimentaria.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Aguascalientes, se solidariza ante esta medida de sensibilización global, para mayores informes sobre los cursos y talleres en el teléfono 449 140 78 70 o en las oficinas en República de Perú 502, Fraccionamiento Santa Elena.
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